Óleo sobre papel. 70 x 25 cms.
Correr me da ganas de pintar y pintar me da ganas de correr. Dos pasiones enfrentadas que se encuentran de vez en cuando.
En ambas necesito poner las tripas, las dos me hacen gozar y sufrir, me sacan los colores y me ponen la mente en blanco. Hoy le llamarían mindfullnes a eso de concentrarse únicamente en lo que se está haciendo. Para todo hay que buscar un nombre, una moda, una tendencia… Yo le llamo disfrutar, el placer egoísta de invertir un buen rato en uno mismo.
Pasamos demasiado tiempo corriendo de un lado a otro de la vida como para no dedicar un poco en malemplearlo en lo que nos gusta sin dar explicaciones a nadie, sin obsesiones ni objetivos, tomándonos las cosas a risa, sin que se nos vaya la cabeza racionando, contando kilos, minutos y kilómetros.
Terminé este cuadro en vísperas de unas navidades y la desmesura de los regalos. Compré objetos, pero anhelé lo que no se vende: el tiempo. Tiempo para compartir y para ser dueños de nuestras propias vidas. Sin exigencias. Sin carreras. Tiempo en el que poder correr por correr, sin tener que llegar a ninguna parte. Tiempo para las pasiones. Tiempo para reirnos de nosotros mismos. Tiempo para darme el gusto de perderlo.
Ay, yo echo de menos tiempo para todas las cosas que quiero hacer, también para perderlo sin remordimientos. En mi caso, mi refugio es la escritura. Correr me da ganas de escribir y escribir me da ganas de correr. Me gusta leerte. Y encontrarnos en la fila del Corte Inglés 😉 Risas y abrazos
A mí también me gusta encontrarte en la fila del Corte Inglés! Y perder un poco de tiempo hablando de la vida y de las cosas sin importancia, que al final es lo que más importa. Tenía esta entrada medio escrita, era una entrada sesuda… pero después de todo lo que hablamos la cambié, jajaja, precisamente por eso, porque a veces le damos tantas vueltas a las cosas que nos olvidamos de disfrutarlas en toda su simplicidad. Besazo Paula!!